Los griegos eran politeístas, es decir, creían en numerosos dioses, a quienes consideraban inmortales. Estos dioses vivían en el monte Olimpo y tenían virtudes y defectos como las personas.
- Los dioses griegos parecieron estructurarse en torno a la polis. Así, estos dioses, muy numerosos, habían nacido unos de los otros, formando una familia, una sociedad fuertemente caracterizada.
- Los dioses griegos eran antropomórficos, es decir, tenían forma humana, así como las virtudes y los defectos de los seres humanos, y se comportaban como ellos: comían, bebían, dormían, se enamoraban, discutían, etc, pero tenían poderes sobrenaturales y eran inmortales.
También creían en la existencia de héroes, seres nacidos de la unión de un dios o una diosa y un ser humano. La mitología * narra los hechos y aventuras protagonizados por estos dioses y héroes.
EL ORIGEN DE LOS DIOSES OLÍMPICOS
Primero existió el Caos, que era el vacío, y después Gea, la Tierra. Del Caos nacieron las Tinieblas y la Noche. De Gea nació Urano (el Cielo) y de su unión con éste nació el Océano. De la unión entre la Noche y las Tinieblas nació el Día. Gea y Urano engendraron a Cronos (el Tiempo) y Rea. Cronos luchó contra su padre y devoraba todas las cosas que creaba, incluso a los hijos que tenía con Rea. Ésta, atormentada, le ocultó a su último y quinto hijo, Zeus, que finalmente derrotó a su padre, y se convirtió en el padre de todos los dioses.